Menuda hipocresía este sistema carcelario

Una cárcel es un esqueleto sin alma

que no se habita

ni se sueña,

está  vacía.

Le sube el arrepentimiento,

el dolor y la culpa

por lo muros de hormigón.

La cafetería está desolada,

no oigo el café gritar,

ni tampoco a clientes mordiéndose las uñas.

Echo de menos la libertad

gritan las paredes

sácame de aquí

no puedo más.

Una cárcel es un lugar inhumano.

No porque no se habite

sino porque vales menos que las rejas,

porque te zarandean,

te humillan

y ni siquiera tienes derecho a ser humano.

Una cárcel es el sitio donde van los criminales

pero personas

humanas,

cuya sangre bombardea ese patio,

a quienes los funcionarios venden las armas

las drogas,

el punto final a sus vidas

y una condena más larga porque cogen la manzana de Eva

en un lugar donde no hay otro clavo al que agarrarse para sobrevivir.